Una noche de resaca,
al tratar de despertar,
noté que por el ombligo
me empezaba a desinflar:
que mi cuerpo se arrugaba
como un papel vegetal…
Y, tras la metamorfosis,
me sentí mucho mejor,
era un aire gris oscuro
con bastante polución.
Se notaba, en cualquier caso,
que era aire de ciudad,
que, si bien no es el más sano,
lo prefiere el ser humano.
¡AIRE!
¡Soñé por un momento que era aire!
Oxígeno, nitrógeno y argón
sin forma definida, ni color.
Fui aire volador.
Como yo soy muy consciente
hasta en esta situación,
decidí ser consecuente
con mi nueva dimensión,
y probé a ser respirado
por la que duerme a mi lado:
sin entrar en pormenores
yo sé hacer cosas mejores.
Como no me satisfizo
la experiencia sexual
se me inflaron los vapores,
me convertí en huracán.
Di unas tres o cuatro vueltas
y a la quinta me cansé:
este cuarto es muy pequeño
para las cosas que sueño.
¡AIRE!
¡Soñé por un momento que era aire!
Oxígeno, nitrógeno y argón
sin forma definida, ni color.
Fui aire volador.
Y lo siento por mi novia
y el cristal que me cargué,
me escapé por la ventana
y en picado me lancé,
pero tuve mala suerte
y cuando iba a remontar
me volví otra vez humano:
no faltéis al funeral.
¡AIRE!
¡Soñé por un momento que era aire!
Oxígeno, nitrógeno y argón
sin forma definida, ni color…
…fui AIREEEEEEEEEE…