jueves, 9 de junio de 2011

INDIGNARSE ES DIGNO

DSC_9057_Indignarse

Nos están dando una lección. Una lección incompleta, inacabada… pero no deja de ser una lección. Ya he planteado en otros artículos que poseer determinados sentimientos, como la vergüenza o la indignación, es un síntoma de la presencia de Pensamiento Crítico, valores morales y sensibilidad. Estas cualidades son las que realmente nos hacen humanos.

Algo nuevo está intentando abrirse paso en este mundo globalizado y en profunda crisis. En Islandia el pueblo lleva a juicio a su ex-Presidente acusado de “negligencia ante la crisis económica”, en los países árabes se extiende una ola revolucionaria sorpresiva e inesperada que busca aire fresco para unas naciones que llevan demasiado tiempo sometidas por reyezuelos y politicuchos, en España ha tomado cuerpo un movimiento que ha despertado la simpatía de muchos (entre ellos yo) autodenominado “Los Indignados”.

¿Y en República Dominicana? Bien, gracias… por lo menos tengo constancia de la existencia de personas indignadas.