martes, 15 de marzo de 2011

16 DE MARZO: DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO SOCIAL

Un año más llega una fecha a la que le tengo especial cariño. El Día Internacional del Trabajo Social y de quienes un día decidimos dedicarnos profesionalmente a promover la transformación de las estructuras sociales para abrir las puertas al progreso integral de las personas.

Porque de eso se trata: promover cambios estructurales, definitivos, sin retrocesos… lo cual tiene mucho de utópico, quizás también tiene bastante de ingenuidad. Pero ¿acaso no son los utópicos quienes han logrado marcar las diferencias en la Humanidad? Los Trabajadores Sociales hemos sufrido durante décadas de falta de autoestima corporativa… incluso de manera cruel en muchos casos… pero ahí estamos: en las fronteras de la sociedad, comprometidos ideológicamente con el progreso y la justicia social.

Seguimos en medio de la CRISIS (hace tiempo que la escribo en mayúsculas), seguimos en medio de estructuras infuncionales… pero en medio de todo este desastre surgen pequeñas esperanzas. Es en estos momentos cuando surgen ejemplos heróicos y creativos de solidaridad, de acompañamiento, de reflexión social.

Sigamos siendo constantes, sigamos en pie… tengo la firme esperanza en una Humanidad mejor.

Y mis más sinceras felicitaciones a todos los Trabajadores Sociales.

viernes, 11 de marzo de 2011

CONTRA EL TERRORISMO: LIBERTAD DE PENSAMIENTO

images

"Lo más importante intelectualmente hoy no es tanto comprender los motivos de los terroristas, sino los nuestros para resistirles sin emplear sus propias armas." Fernando Savater

Ya han transcurrido siete años desde que aquel brutal atentado nos conmocionó… para los mallorquines faltaba la cruel guinda del asesinato de Palmanova. Desgraciadamente hay reflexiones que sólo se producen cuando las desgracias tocan de cerca… desde ese día me he acordado mucho de las víctimas sobrevivientes y de sus familiares.

Los que murieron ya no sufren… pero sus familiares quedaron destrozados para siempre. Es cierto que el tiempo y la voluntad hacen soportable el dolor, pero no lo eliminan: las heridas dejan cicatrices y la convivencia con ellas es, a buen seguro, un ejercicio de coraje.

Reconozco que es un atrevimiento escribir sobre ello porque yo, afortunadamente no fuí golpeado personalmente… pero mi conciencia sí. Aquel atentado me reafirmó en mi ideología y en mis opciones personales… entendí que frente a toda clase de terrorismo hay que practicar una serie de principios.

1. No dejarse aterrorizar: el terror es paralizante, nos convierte en esclavos, dejamos de ser libres en el sentido más amplio y profundo del término.

2. No buscar posibles justificaciones para entender a los terroristas… ese ejercicio mental los legitima y no hay legitimidad posible para quien no respeta las demás personas.

3. Tener claro que el terrorismo coloca a toda la Humanidad en situación de superioridad moral por tener las MANOS LIMPIAS. Esto es aplicable no sólo al terrorismo sino a la corrupción.

Esperemos que un día la Humanidad pueda vivir como una gran familia: sin terroristas y sin corruptos.

martes, 8 de marzo de 2011

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA: UNA VISIÓN ALTERNATIVA

Quienes siguen mis reflexiones en este blog saben que soy diferente, raro, inclasificable… en resumen: políticamente incorrecto pero sincero hasta la médula. Estoy seguro de que este artículo causará furor en forma de críticas, pero así es la democracia y la libertad de expresión.

Hoy se celebra el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER. Una celebración que se ha ido desvirtuando porque, si bien tiene un origen plausible, en la actualidad es una celebración que promueve el orgullo y la dignidad de las mujeres. Vaya por delante que la mujer me parece dignísima porque es persona y porque forma parte del género humano… eso es lo realmente importante.

Los lemas en las redes sociales son sintomáticos, se pueden resumir en algo así: “Felicidades a las mujeres en su día, nosotras podemos, somos las mejores, etc…”. Aunque pueda parecer contradictorio me permito iniciar por la conclusión de mi razonamiento: el Día Internacional de la Mujer (al igual que el Día Internacional del Hombre, que se celebra el 19 de noviembre) me parece un insulto a la mujer y, por extensión, a toda la Humanidad. Por ello formulo una serie de preguntas… ojalá produzcan respuestas:

1. ¿Qué mérito tiene nacer mujer? ¿Lo ha decido ella misma? Tan absurdo como presumir de ser hombre, rubio, blanco, medir mucho o tener los ojos azules…

2. Es un insulto a la inteligencia humana igualar lo que esencialmente diferente: los hombres y las mujeres son mútuamente complementarios… ese es el secreto de la Humanidad. ¿Cómo va a tratar de igual manera a quién es diferente?

3. ¿Igualdad de derechos? Sí, pero supongo que eso conlleva igualdad de obligaciones… algo que normalmente no forma parte de la enciclopedia feminista.

4. Algo que mucha gente desconoce es que el Feminismo no promueve la igualdad y la equidad sino la primacía de la mujer sobre el hombre en el plano social y jurídico. Un ejemplo está en la tendencia a la paridad en los organismos públicos. ¿Se han parado a pensar en lo aberrante que es nombrar a alguien en un puesto sólo por el hecho de ser mujer? Los puestos de responsabilidad deben ocuparse en función de méritos personales, no en función de su género o en función de su sexo. Si yo fuese mujer me sentiría irrespetada…

Podría extenderme hasta el infinito, pero con este artículo hay más que suficiente para entretenernos…

lunes, 7 de marzo de 2011

TITULITIS

La Titulitis es una enfermedad social que se caracteriza por una sintomatología fácilmente detectable.

1. La creencia, ampliamente extendida, de que la posesión de un título universitario convierte a una persona en un ser superior. De hecho, la creencia podría traducirse a la siguiente fórmula: a más títulos universitarios acumulados más superioridad frente al resto… Sus expresiones ganan en impacto social, es algo así como orinar agua bendita.

2. Esta creencia se manifiesta en actitudes sociales y conductas intencionalmente tangibles: graduación pública (lo más pública posible), anillo de graduación, cambio de indentidad (el enfermo en cuestión deja de llamarse por su nombre de pila porque su identidad queda fagocitada por su título). Por ejemplo: Juan pasa a llamarse Licenciado o Pedro pasa a llamarse Doctor… pobre de aquel que cometa el error de no llamar “Doctor” a Pedro o “Licenciado” a Juan porque resulta que… ¡es una imperdonable falta de respeto!

3. A estos puntos de carácter psicológico hay que añadir la ausencia de una función fundamental de la universidad dominicana (salvo rarísimas excepciones): la de filtrar a sus estudiantes durante la carrera. Dicho en otros términos: la universidad está destinada, entre otras funciones, a servir profesionales competentes en las diversas ramas de la Ciencia. Esto es absolutamente imposible graduando a la totalidad de los estudiantes por el sólo hecho de asistir a clase ocupando un lugar en el tiempo y en el espacio. ¿Cuál es la consecuencia de este despropósito? El mercado laboral está saturado de personas con una elevada percepción de sí misma y con elevados niveles de desempleo y subempleo… pregúntense qué porcentaje de graduados ejerce su profesión en esta sociedad.

4. Si se realiza esta reflexión frente a los estudiantes universitarios la respuesta es de las más divertidas o lamentables (según se mire) que se pueden escuchar: “Es que todos tenemos derecho a…”

5. Unan los cuatro puntos anteriores a la realidad del sistema educativo y, aunque sea empíricamente, encontrarán una curiosa contradicción: el Informe PISA (no voy a extenderme porque ya hemos mareado la perdiz lo suficiente), la ridícula asignación del 1.8% del PIB a Inversión Educativa, etc…)

¿Cómo es posible que personas con GRAVES carencias en competencias comunicativas (vocabulario, léxico, sintaxis, ortografía, redacción, lógica, conceptualización, etc…) pueda “pasar” por la universidad con tanta facilidad?

Sencillo: La Titulitis no es una enfermedad del estudiante sino de la sociedad.

miércoles, 2 de marzo de 2011

CULTURA DE LA POBREZA

La pobreza sea, posiblemente, uno de los conceptos más utilizados, analizados y manipulados de la Humanidad. Todas las ideologías políticas se han referido a ella intentando establecer sus causas y sus posibles soluciones.

No es hasta el siglo XX cuando la Antropología plantea la variable cultural de la pobreza mediante un razonamiento no exento de polémica: la pobreza económica es una de las características de la cultura de la pobreza.

La cultura de la pobreza tiene una serie de características o indicadores que la caracterizan. Algunos antropólogos se han referido a ella como la “cultura del esclavo” como una forma de entender la personalidad colectiva de los integrantes de la cultura de la pobreza.

En primer lugar, y quizás sea uno de los puntos más polémicos de este razonamiento, la cultura de la pobreza no es el resultado de la pobreza económica sino al contrario: la pobreza cultural puede desembocar en una situación de pobreza económica. ¿Por qué? Porque la cosmovisión de una persona determina sus planes. Hace referencia a su concepción subjetiva de conceptos como calidad de vida, felicidad, satisfacción, etc… y estos conceptos varían en cada cultura y en cada individuo.

Otro de los rasgos se manifiesta en la firme creencia de que los gobernantes son seres superiores y que, en razón de su superioridad, deben dirigir los destinos del resto de la sociedad. No es extraño que los miembros se dirijan a sus gobernantes con adjetivos que denotan la total sumisión: líder, guía, conceptualizador, caudillo, único, pensador, etc… la lista puede ser realmente extensa.

Consecuencia del anterior rasgo es el que establece que el gobernante debe resolverlo todo y que los habitantes tienen todos los derechos y ninguna obligación. Esto es así porque las personas creen que los servicios básicos deben ser proveídos por el Estado de manera gratuíta: salud, educación, alimentación, agua, seguridad, etc… de la misma manera que el señor protege y provee de todo lo necesario a sus esclavos.

El complejo de inferioridad, en ocasiones ligado a una constante actitud de resentimiento, es la expresión de una visión paralizante de sí mismo que no desaparece con la adquisición de bienes y servicios o con la consiguiente escalada en la pirámide social: su escalada no borra su limitada visión de pobre. Lógicamente, este complejo es un fértil caldo de cultivo para toda clase de prejuicios, mitos y creencias tendentes a reforzar su propia cosmovisión.

Un último rasgo destacable es la relación entre los individuos y la religión. En sociedades inmersas en la cultura de la pobreza suelen proliferar sectas fundamentalistas (en Occidente fundamentalismo cristiano y en Oriente fundamentalismo islámico). El fundamentalismo es consecuencia directa de la incapacidad de análisis crítico de la realidad. No hay reflexiones metafísicas o existenciales: sólo un irracional aferramiento a textos sagrados como un recetario moral que debe ser acatado como seña de identidad de pertenencia a una comunidad o grupo étnico.

Tampoco hay que olvidar la visión represora que se tiene de las fuerzas de seguridad del Estado (policia, fuerzas armadas, ejército, etc…), ni el papel puramente sexual y decorativo que juegan las mujeres.

Este es un tema lo suficientemente amplio para generar un rico y fecundo debate… esa es la intención.