viernes, 28 de agosto de 2009

JO TAMBÉ VULL... CUESTIÓN DE CONFIANZA


Querida María:

Desde que coincidimos en aquella ONG, de la que a pesar de tantas decepciones, uno se llevó auténticas amistades en el corazón (tanto pacientes como compañeros y compeñeras de trabajo) no había tenido oportunidad de hablar detenidamente contigo. Y hoy, gracias a las nuevas tecnologías, lo he logrado. Y mientras hablaba contigo me he ido reafirmando en algo que llevo pensando desde hace tiempo: en las cuestiones importantes de la vida (vida afectiva o laboral, es igual) todo es cuestión de confianza. ¿Qué significa eso? Pues que nuestras relaciones se basan (entre otras muchas cosas) en la expectativa de que las personas que están a nuestro alredeor en cuestiones sensibles (entre ellas los seguros) resolverán nuestros problemas, serán nuestro apoyo, estarán a nuestro lado, velarán por nuestros intereses, serán honestas...

¿Por qué escribo esto? Porque en estos tiempos de crisis (y no es la primera vez que menciono que esta crisis no es sólo económica, es también una crisis de valores). Una de las cosas que ocurren es que esta crisis saca lo mejor y lo peor de las personas...

...es por esto, querida María, que lo que yo quiero transmitir con palabras y HECHOS. Quien quiera tenerme a su lado no se arrepentirá porque mi lealtad y mi honestidad no los voy a poner en juego nunca: ese es mi sello distintivo.

Un abrazo María,
Laure