Zapatero acabó con nuestra paciencia por no llamar “crisis” a lo que era una crisis… toda una legislatura haciendo esfuerzos por utilizar eufemismos. Rajoy, desde la oposición, le criticaba a ZP su falta de realismo a la hora de gobernar y de explicar la situación.
¿Y qué ocurrió en las últimas elecciones generales?
Como estábamos hasta los cojones de discursos de Walt Disney la consecuencia es que Rajoy ganó por mayoría absoluta por dos razones fundamentales: 1) Porque el electorado creía que el PP tenía un plan anticrisis coherente y 2) Porque psicológicamente el electorado español quiere que se le diga la verdad por muy desagradable que ésta sea.
Y cuando Rajoy llega al poder empiezan los recortes, se incrementa la presión fiscal, España pasa a ser directamente gobernada desde Berlín, se pide un rescate por valor de 100.000 MME (oficialmente, particularmente pienso que la cantidad puede ser superior)… y eso no se llama “rescate”, se llama “crédito blando”.
¡¡Coño Rajoy!! Que ya tenemos una edad… Esto no es “Bananolandia” ¿Cuál es el problema de llamar a las cosas por su nombre? ¿Le pueden llamar mentiroso? Claro: mentiroso y muchas cosas más…
¿Hay que salvar el sistema bancario? Nadie me ha explicado por qué hay que salvarlo.
¿Qué ocurre si el sistema bancario se hunde? Que le den morcilla.
¿Acaso si yo gestiono mal mi colmado vendrá el Gobierno a salvarlo?
Obama ya lo dijo clarito: Hay que hacer algo más que aplicar recortes para salir de la crisis.
¿Quién va a pagar impuestos? ¿Los desempleados?
Lo triste de todo esto que que la única salida es la que nos enseña Islandia… pero no interesa que se sepa. Mientras tanto… pan y circo.
