miércoles, 27 de octubre de 2010

A UN CHUPÓPTERO

Distinguido chupóptero:

Reciba un saludo de parte de alguien que tiene el honor y el orgullo de dedicarse a la docencia universitaria en la PUCMM… esa Universidad Católica y privada que usted ha utilizado en un ¿artículo? para exhibir su indecente función en la sociedad: vivir de los demás en lugar de vivir para los demás… un claro ejemplo de lo que es un parásito social. Una especie que se está multiplicando a una velocidad de vértigo. Es absolutamente demencial pretender comparar la figura del Rector de PUCMM con la del Presidente de la República. Afortunadamente sus funciones sociales pertenecen a ámbitos absolutamente distintos y no admiten comparación posible… excepto para usted.Tampoco es pertinente comparar a la Iglesia con el Estado… excepto para usted. Y si el Rector de la PUCMM y otras personas respetables se oponen a la reelección es porque la Historia demuestra que sólo tiene una finalidad: que los chupópteros sigan chupando los recursos que acumula el Estado gracias a préstamos que pagamos todos y gracias a impuestos que pagamos todos.

Su ¿artículo? ha logrado inspirarme para lanzar al ciberespacio unas reflexiones que, honestamente, creo que son necesarias para el Bien Común de esta sociedad.

A usted, distinguido chupóptero, se le detecta a la legua en base a una serie de características que me permito exponer para bien de la sociedad y con el ánimo de prevenir la extensión de esta plaga infecciosa:

1. Como buen parásito social su función primordial es vivir del cuento, y no me refiero a ser escritor… lo de escribir se le da francamente mal: su último ¿artículo? es una prueba clara de que no basta creerse bueno para serlo. Por cierto ¿Cómo se siente eso de cobrar un supersalario sin trabajar mientras la mayoría de sus conciudadanos cobran salarios de miseria? ¿Se siente orgulloso? Debe ser muy emocionante estar todo el día conceptualizando… incluso puede ocurrir que un día usted llegue a la Verdad aunque sea por pura equivocación.

2. Otra característica fundamental de todo parásito, es que, en vez de ser un ente productivo se aprovecha de lo que producen los demás. Usted cobra gracias a que, quien le escribe y muchos más, pagamos impuestos religiosamente. Por eso me siento legitimado para decirle todo lo que pienso. Es uno de los pocos inconvenientes de dedicarse a la Política: a veces hay que escuchar críticas en lugar de las acostumbradas alabanzas.

3. También resulta significativa la visión que tiene de sí mismo: se considera un intelectual, parte de una élite social que no es tal. En su caso firma sus ¿artículos? como “politólogo”, un término que en su caso sólo se corresponde a cantar loas a su Amo, ese que le nombró para que usted se alimentara de nuestros impuestos a cambio de entretener a la Corte con sus bufonadas.

4. La tendencia instintiva al narcisismo es otra de sus señas de identidad. Obviamente, el hecho de pertenecer a un partido político de conceptualizadores no ayuda mucho a tener los pies en la tierra, pero no se puede tener todo en esta vida: si se dedica a conceptualizar desde la atalaya del poder no puede pretender estar en sintonía con los que reman en las galeras.

5. La carencia de principios morales que usted exhibe es absoluta, todas sus opiniones y percepciones están al servicio de su “reina”… obviamente usted es el zángano porque, como ya se ha señalado anteriormente, usted no produce nada… ni si quiera es capaz de representar decorosamente las funciones de su cargo. En su caso Maquiavelo tiene un digno representante: “La moral debe estar supeditada a la política”, “El fin justifica los medios”. Y yo pensaba que un funcionario consular debía representar a TODO el país, no sólo a una parte.

6. La “titulitis” es otro de los síntomas, en su caso usted es ¿politólogo? Creo que usted se perdió las clases que hacían referencia a la búsqueda del Bien Común: le sugiero que deje de leer a Maquiavelo (ya lo conoce sobradamente) y empiece a leer y estudiar a San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Guillermo de Occam o Santo Tomás Moro... esos son filósofos que le harán mejor persona.

Siga usted, si no es capaz de dedicarse a otra cosa, dedicándose a cantarle loas a su Amo, pero no cometa el error de pensar que somos tan idiotas como usted cree… porque se pone en evidencia: comparar la gestión de la Conferencia Episcopal Dominicana con la del Gobierno para justificar los intentos de su Amo de perpetuarse en el poder para que usted pueda seguir medrando en la Corte otros cuatro años a costa de nuestro dinero es, como mínimo, no pertinente, poco inteligente, inmoral, desvergonzado y deshonesto…

…pero claro: hablarle a usted de moral, de dignidad, de sentido de la vergüenza es como hablarle a un ciego del arcoiris.

Atentamente,

Una persona alérgica a los chupópteros.

POSTDATA: No me pierdo ninguno de sus ¿artículos?, ya que me resultan muy útiles en el aula para explicar cómo no debe ser un político honesto, digno y decente.  

PLUMA Y TINTERO