Un día alguien me cuestionó el diseño de mi blog: fondo negro, letras blancas, ausencia de elementos decorativos, etc… y respondí que era absolutamente intencional porque la realidad no es precisamente color de rosa sino marrón oscuro por no decir negro carbón.
Confieso que me ha costado decidirme a escribir sobre la corrupción porque de tanto hablar de ella ha dejado de impresionar, ya no llama la atención… y entonces es cuando me he decidido a escribir sobre ella. Lo peor que puede sucedernos con la corrupción es acostumbrarnos a ella y asumirla como algo normal en la vida de los seres humanos… ME NIEGO.
Este artículo es un acto de resistencia en medio de una sociedad amplia y profundamente corrupta. Así que voy a dedicar algunos aplausos motivantes:
1. Aplaudo a los que valoran la formación humanística en lugar de verla como una pérdida de tiempo.
2. Aplaudo a los que aún tienen la capacidad de indignarse frente a la corrupción en cualquiera de sus formas.
3. Aplaudo a todas las personas que de manera anónima luchan por una mejor sociedad.
4. Aplaudo a los periodistas que se dedican al periodismo, cada vez son menos y un día los echaremos de menos.
5. Aplaudo a los conductores que respetan las leyes de tránsito, ellos son vistos como seres raros… desgraciadamente lo son.
6. Aplaudo a los estudiantes que se dedican a estudiar en lugar de ingeniárselas para pasar sus exámenes de forma fraudulenta.
7. Aplaudo a los políticos que nunca han existido.
8. Aplaudo a los críticos… ellos son una permanente ayuda para mejorar.
9. Aplaudo a quienes usan malas palabras para referirse a las malas acciones… por ser coherentes.
10. Y aplaudo a todo aquel que quiera ser aplaudido por los anteriores motivos.
Seamos plausibles… o no seremos nada.